domingo, 28 de octubre de 2007

Impregnada por el dolor

Adán y Eva. Hermosura.
La manzana quita la vida.
La máscara de la agonía.
Tapando sus vidas.

Las estrellas mis amigas.
Los planetas giran.
El cuervo se apaga.
Caído por la nostalgia.

A través de sus ojos.
Llorados y misericordiosos.
Los coros suenan alto.
Sus manos se están llenando.
De oro, plata y bronce.

Unos segundos de pasión.
La sangre fluye por su corazón.
Ella tirada y aposentada.
Una túnica anaranjada.
Manchada de odio e ira.
Sangrando de agonía.
Los cuernos de su señor.
Contemplan a su infanta.

Oscuro, tenebroso y muerto.
Intransigente sin consuelo.
Nadie lo puede salvar.
Salvarlo de su desgracia.

Cementerio de pasiones.
Bellezas y horrores.
Encadenado a una corona.
Espinas no, afiladas cuchillas.
Contempla la vida marchita.

Su hogar en el inframundo.
Cuadros llenos de vida.
Cada uno un pensamiento.
Un cuadro en un atril
esperando a ser pintado.
Un campo de maíz quemado.
El fuego lo ha iluminado.

La cabeza entre sus manos.
La virgen de todos los santos.
Acoge la sepultura a su lado.
Con una felpa hecha de mimbre.
Celestial y cautiva, maldita.

Un baúl lleno de recuerdos.
Lleno de hojas secas.
Desprendidas del manzano.
El paraíso perdido.
En mi pensamiento cautivo.

Te tengo acorralado.
En mi mente indagando.
Buscando una salida.
Te tengo cogido por detrás.
No puedes escapar.
Mis huesos se calman.
La nevada se ha marchado.
No ha querido congelar.
Mi corazón atormentado.

1 comentario:

maggie dijo...

Hermoso, amigo, qué imaginación la tuya...besitos.
Maggie