lunes, 31 de enero de 2011

Rey de Reyes

Rey de reyes, no débiles.
Peones de la reina.
A caballo de madera.

Una insurgencia.
Cuartelada la princesa.
¡Acorralemos al infiel!
Cortemos el pastel.

Dirijamos la batalla.
En el tablero de a ocho.
Ocho al cuadrado.

64 movimientos en falso.
Encallados en trampas.
¡Cuidado con el prisionero!
Ha escapado. ¡Peligro!

Autor: Francisco J. Román
Imagen: Internet

jueves, 27 de enero de 2011

Máscara rolliza de un medievo carnaval

Manos costureras tejiendo la semilla del renacer.
Más allá de tus fronteras la cálida guía desatasca,
el grial de un nuevo día.

Aconteciendo.
Abriendo los ojos.
Apareciendo.
Soles llenos de sollozo.
Crepúsculos lunares.
Lagrimales de anteojos.
Estrelladas, estrellas de bengala.
Puntitos multicolores, con sabores.
Rojos, amarillos, leonados, aterciopelados.
Azules, acrílicos, verdeados, sustanciales.
Requiebros de un mar intenso profundo.
Sucedáneo de aureolas ultra terrenales.

Amaneceres que nunca podremos ver.
Ni siquiera mirando al norte de nuestra vista.
Ni suspirando por llegar algún día al cielo.

Objeto de conciencia, coraza de benevolencia.
Caballero del zodiaco, generosos son los sueños.
Por haberme inspirado a reflejar tan hermoso deseo.

Volar y ser purpurina de tu antifaz.

Autor: Francisco J. Román
Imagen: Internet

lunes, 10 de enero de 2011

Otra hoja semidesnuda

Otra vida que callaste,
con tus ojos de negro azabache.
Otra letanía que me cantaste,
con tu voz ronca la refugiaste.

Otro par de sinfines latidos,
murieron al caer afligidos,
otros seres vivos inocuos,
anodinos, inertes, dormidos.

Que insignificancia más grande,
la vida deja de ser un desastre,
y se transforma destrozada,
en el comienzo de la barbarie.

Autor: Francisco J. Román
Imagen: Internet

viernes, 7 de enero de 2011

Flor de nadie

Fue necesario,
encontrar el hondo
del pozo, de tu corazón.

Lágrimas de nadie,
que agudizan el ingenio,
se escabullen por dentro,
hacia el laberinto eterno.

Otra vez, tú tez,
vuelve a desfallecer,
para cubrirse de lluvia,
y florecer otra vez.

Adiós codicia, avaricia.
Bienvenida primavera.
Rosales abiertos.
Florales descubiertos.

Es hora de hablar,
el oso vuelve a gritar.
Las plantas se relamen,
enfrente de mi ventanal.

Invierno tardío.
Que llenaste mi hambre.
Volveré a comerte,
ausente flor de nadie.

Autor: Francisco J. Román
Imagen: Internet