miércoles, 28 de enero de 2009

Odín y los nueve mundos

Las raíces se acumulan.
El agüilla habita desconsolada
en los arroyos atrincherados.

Piedras secas y mojadas
forman el altar nórdico.
Donde la vida no aparece.
Los sueños desaparecen.

Máscara coloreada de rojo,
del color de la sangre. De
las batallas de la barbarie.

Sus miradas esconden odio.
Odin habla de la guerra.
La muerte principal guerrera
de nuestra vivencia acuestas.

Asgard, en el palacio de Valaskjálf.
Sentado sobre matorral retoñado.
Rodeado de ambientales bosques.
Donde una piel de vaca lo cubre.

Los mundos preparaban sus armas.
Odín cabalgaba sobre su Sleipnir.
Corcel adornado de ocho patas.

En la batalla blandía su Gungnir.
Una lanza de tres puntas afiladas.
Llevada con garbo, gran hazaña.

Los nueve mundos:

En Muspelheim hasta el aire quema.
Nifelheim, solitario mundo helado.
Midgard, tierra de hombres y enanos.
Asgard, la tierra de los grandes dioses.

Jotunheim, gigantes de hielo y piedra,
Vanaheim, donde los dioses fertilizan
la tierra. Alfheim donde la luz nace.
Svartalheim donde la luz se desvanece.
Hel, la muerte no es vida, es muerte.

sábado, 24 de enero de 2009

Una montaña de sabiduría

Libros y más libros.
¿Cuántos se amontonan?
Miles y millones de ellos.

Una montaña de historias,
escritas en prosa u poesía.
Ahí se subraya la simpatía.

Ejemplares del pasado.
Ilustraciones del presente.
Instantes vivos en mi mente.

Libros de historias épicas.
Apuntes de la biblioteca.
Vasallos de la edad media.

Una montaña de aire puro
que trajo palabras al viento,
para colorearlas de misterio.

Una montaña de sabiduría.
Miles de libros al día.
Acurrucados como semillas.

Semillas que germinan y
hacen crecer a sus hijas, ellas
son los libros de nuestros días.

jueves, 22 de enero de 2009

Así como el rocío de la mañana, lograste despertar

Una brisa que respiraba anhelos de servidumbre; englobada por un sol naciente con rayos de luz níveos que llegaron a mí despertar en una mañana un tanto bulliciosa. Los helechos quisieron derrochar aguas infinitas por todo el cristal y este se quedó paliducho. La somnífera jungla florecida con pétalos de lilas silvestres atrajo a mariposas de alas puntiagudas y acorchadas. Colores primorosos llevaban en sus membranas, ataviados con una elegantucha indescriptible. La ventana entreabierta, mis ojos rasgados llenos de pecas marrones. Crisálidas revoloteando por toda la habitación y a su vez llenándola de pequeños tamos amarillentos que hicieron de aquel despertar, un instante único en mi vida.

martes, 20 de enero de 2009

Una nueva esperanza

El cielo protege mi gloria.
Metal encallado en la tierra
germina cual espiga espigada y
la arboleda nos hace de guía.

Los cielos nos aventuran,
aventuras de las de antes,
a lomos de un rocín blanco,
apagando la furia del viento.

Mi cabello se rumorea agitado,
trota que trota el sol nos quema.
Mi aliento se queda sin sombra,
las manos aprietan las riendas.

Momentos de lucha de espada.
Ráfagas de aire que me apresan.
Guillotinas incesantes que sangran,
espadas clavando las desgracias.

El corazón apaga la sospecha.
Las hogueras dejan secuelas.
Los niños corretean de miedo,
sus vidas se quedan huérfanas.

El limbo se nos hecha encima,
sus relámpagos nos apagan.
La lluvia calma la sed amarilla,
el fuego dormidito se espanta.

Sus hechuras traen la humildad.
El caballero de pluma blanca,
de armadura amarilla y dorada,
recompone la sed de esperanza.

La lluvia protege el horizonte,
esta descansa en las montañas.
Neblina sagrada para cuidarlas,
un nuevo sol nos alcanza.

domingo, 18 de enero de 2009

Deja marchar mi vida

Un sueño muy profundo.
Sutileza de colores azules.
Lágrimas tenues y azures,
ellas sacuden mi piel.

Allí mismo estas tú,
y yo sin poder hacer nada.
Sin poder tocarte,
sin poder besarte.

Unos segundos de espera,
nada, no hay vida.
Tu piel se congela.
El invierno te apresa.

Soy presa de la tristeza,
la vida se termina,
Amelia desapareció,
llanto en mi corazón.

Tu mirada me hipnotiza

Quiero que las estrellas lo sepan,
allí en el espacio infinito intergaláctico,
vive una persona muy especial,
una princesa soñadora que me encanta,
todas las noches la veo bailar, me fascina,
sus ojos son pequeñas estrellitas,
sus labios son dulces como un caramelo,
sus manitas las siento a cada momento,
su mirada fugaz ronda sobre mi cabeza,
sus ojos se topan con los míos, anoche
la sentí besando mis sentidos.
Tiene tal carita blanca y tez morena,
que no lo puedo ocultar, me hipnotiza.

miércoles, 14 de enero de 2009

La flor de la desesperación

La flor de la desesperación

Todas las noches mirando.
Nadando como un náufrago.
Sintiendo el aire en mi piel.
El fuego en mi atardecer.
La lluvia en mis entrañas.
La soledad es muy amarga.
La tristeza la llevo dentro.
La noche la hecho a volar.
El cielo vuelve a explotar.
La luna vuelve a enloquecer.
El sol quiere desaparecer.
La vida me tira bombas.
Mis brazos se queman
como antorchas vacías.
Suicidios en las arenas.
Aviones estrellándose.
Niños apagándose.


Acto 1 – El arte de la guerra

Mueren mis padres.
Mis ojos se oscurecen.
Mi tierra se destruye.
Mi vida se escabulle.

El arte de la guerra.
La vida es miseria.
La comida es arena.
Mi muerte son piedras.

¿Por qué luchamos?
¿Para quién luchamos?
¿Debemos sobrevivir?
o ¿Debemos morir?


Acto 2 – Condenado

Ya no puedo pegar ojo.
La luz oscurece mi rostro.
Mis dedos sostienen llanto.
El fuego me quema por dentro.

Vacío y oscurecido.
Un laberinto sin salida.
El corazón desbaratado.
La sangre acuchillándome.

Condenado a olvidarme
Sintiendo como muero.
Mis dedos se pican
como picos en la roca.


Acto 3 – La flor de la desgracia

Que pesadumbre más oscura.
Las camionetas no quieren llegar.
La comida escasea por voluntad.
El agua sugiere desaparecer.

Desgraciada vida que tocaste
el corazón de mis adentros.
Vuelve por donde viniste,
ya no quiero sufrir más.

¿Ves como están ellos?
Hechos pedazos como alquitrán.
Carreteras y casas semimuertas.
Tristezas y penas que llegan.

Que desgracia más obscena.
La locura de los hombres de verde
que tiran bombas y nos aniquilan,
como simples hormigas.

Muerte somos para tus ojos.
¿Qué hemos hecho nosotros?
No nos merecemos las penas.
Podrías cambiarlas por monedas.

El río ya no lleva agua clara,
ahora lleva sustancias tóxicas.
El lirio no ha vuelto a brotar.
La llama de nuevo lo quema.

La flor de la desgracia.
Terremotos en las arenas.
Afganistán, Irak, Israel o Gaza.
Muerte sin vida, vida sin muerte.


Acto 4 - Una noche sangrienta

(Desde la media noche de ayer,
los combatientes palestinos
han lanzado al menos diez cohetes
Kasam y Grad y siete proyectiles
de mortero contra las poblaciones
del sur de Israel, confirmó a
Efe un portavoz militar israelí.)

80 bombas a diario.
Un millar de muertes.
El hospital de Shifa
se llena a borbotones.

La sangre salpica el presente,
y empiezan a venir muertes.
Efe Hasan Yalaf anuncia
la desgracia de los civiles.

Sin ver ni oír. A oscuras.
Bombas que nos salpican.
Odio, guerra y tristeza.
Muerte y muchas miserias.

Las miradas del presente,
o sea las miradas de los niños
son las que más sufren;
son las que huelen a muerto.

Civiles en peligro,
sus atisbos así lo claman,
sangres rojas en sus miradas.
Almas que se escapan.

Territorio Palestino masacrado.
La Sanidad de Hamas nos da agonía.
Situación humanitaria dramática.
El sufrimiento aflige nuestra vida.


ACTO 5 - Egipto clama ayuda y paz

(Según Shusha, a quien cita la agencia
oficial de noticias egipcia MENA,
las autoridades egipcias están preparadas
para el envío de la ayuda humanitaria
a Gaza, pero los bombardeos israelíes
impiden su traslado al otro lado de la
frontera.)

Bajo estandartes de piedras marrones
se forja una civilización única.
Sustentada por miles de siglos atrás,
acariciada con la vida del río azul.

Ellos llaman a la paz sentados.
Orando por sus dios Alá.
Mirando al horizonte perdido,
llamando a la vida y a la libertad.

Egipto sugiere la paz. Europa igual.
El resto del mundo insiste parar.
Esta guerra nos hará sufrir y llorar.

domingo, 11 de enero de 2009

Rojo inagotable, azul intenso

Del rojo que sientes, al rojo que amas.
El naranja rojizo del melocotón colorido,
es el amor en forma de corazón tostado.
Tus manos lo han apresado y ahora
no puedo llegar a su interior.
Quiero desenredar tu alma rota,
y contarle unas cuantas milongas.
Las lágrimas de mi cara rosada,
chorrean como gotitas de azul celeste.
El frío invernal acostado sobre mi mirada,
congela mis sentidos y los deja húmedos.
Ya no te puedo tocar, ya no te puedo abrazar.
Soy hálito fugaz, viento de abril, déjame volar.

viernes, 9 de enero de 2009

Cien rosas de amor

Cien rosas de amor
hacen un corazón.
Cristalino y denso.
Rojizo y enamorado.

Cien rosas de amor
colorean mi interior.
Cien rosas de aire
para enamorarte.

Cien rosas de amor
para amar, otras tantas
para colorear tu mirada.
El cielo para acariciarla.

Cien rosas de amor,
diez gotas de vida,
otras tantas de armonía y
las que sobran de simpatía.

Cien rosas de amor
recién cortadas del rosal.
Alimentadas con nuestro amor.
Hechizadas por tu corazón.

Cien rosas de amor
dibujé en nuestros labios.
Una unión entre tú y yo.
Un lazo difícil de borrar.

miércoles, 7 de enero de 2009

En la mar apaciguada

A la vuelta de la esquina
reposa la mar sosegada.
Tranquila y apaciguada.
Dormitando con lagañas.

Mar mediterránea descansa,
no agites tus olas blancas
de sal perenne y grisácea.
Tú sabiduría nos encanta.

Gaviotas de par en pos,
cantándole al ruiseñor.
El sol de la mañana.
El levantamiento al alza.

Marionetas en sus alas
coquinas enterradas
correteando entre almas
en la mar mediterránea.

sábado, 3 de enero de 2009

Hoy quise ser pintor por un día

Deslucido pintor de bata blanca,
con canas níveas en su flequillo.
Lechosa escultura al otro lado.
Al fondo del pasillo iluminado.

El cuadro andaba cabizbajo.
Aún no empezaba a pintarlo.
La tela me decía lo que quería.
Pintar al cielo enamorado.

Su piel blanca lloraba encantos.
Alas pintadas en mis manos.
Pinceles coloreando unos ojos.
Pétalos de rosas enamorados.

Pintaré caminos de gloria.
Dulzura en sus caminares.
Tempestades de blancos
vientos huracanados.

El estornudo me hirió.
El color negro se corrió.
La tinta desordenó mi vida.
Acalorando mi sonrisa.

Abstracto perfumado en oro.
Caminos de gozo y amenidad.
Colores de amarillo incoloro.
La pintura es mí única voluntad.

Intentaré imitar a mi antepasado.
El creador de ángeles enamorados.
Agarrados cual fruta a su árbol,
Igual que Adán y Eva enamorados.

jueves, 1 de enero de 2009

Suspiros en una botella

El solsticio invernado
acoge a un cristal azulado.
En la arena cabeceando
sus fragancias arrojando.

Hay un envoltorio dentro,
es un rollo de papel blanco.
La mar se lo había llevado y
el viento lo había devuelto.

Un leve palpitar en mi corazón.
Un texto que escribí hace años
para un gran amor que escapó.
Una perla que desapareció.

¿Qué momentos reviviste?
Escritos que me trajo la mar.
¿Qué sueños encontraste?
Palabras que volví a recordar.

En las arenas encallado,
escuchando las olas cantar.
Escribí por última vez.
Mi emoción hacia la mar.