sábado, 28 de junio de 2008

El abrazo de la noche

El sol está llorando en el lago resplandeciente.
La noche ha sido robada con facilidad.
Es la misteriosa adoración de la luna y el té.

Voy a ir como si de un sueño se tratase.
Mi Reina; vengativa y de antigua raza.
Es lánguida, oscura y brillante.
Tu seducción atormenta el castillo, desesperación erótica.
Puedo probar el aroma de las velas.
Piernas de porcelana quieren localizar mi guarida.
Apaciguar a la bestia, hojas semidesiertas.
Uñas teñidas de rojo lloran en la sobriedad de la noche.

Oscuridad.
Ella viene hacia mí.

Una pintura de terciopelo negra, surgida de la vida elegante.
Al igual que una conmovedora Madonna, pervertida de la noche.
He plagado a la luz de miseria oscura.
Para gastar mí lujuria.
Lágrimas tenues para el vestido fúnebre.
Debes saber que voy a salir de mi muerte.
Entregado fácilmente al esplendor de tus afiladas caricias.

La luz de la luna pálida.
Teje un poético hechizo de muerte y decadencia.
La niebla y la polilla. El hambre dentro de tus besos.
La fiebre ha aparecido, la desaparición de la vida reluciente.

A través del crepúsculo la luna sale en la oscuridad.
Mis lágrimas escarlatas se ejecutarán.
El robo de la sangre y el susurro del amor.

Las fantasías comenzarán.

Condesa salpicada por la ira de la noche.
La nieve blanca embellece su gracia.
Labios adquiridos de la arrogancia.
Llegada de la lujuria y su desgracia.

El abrazo de la noche

Vamos a cortejar a la dama de las sombras.
Al igual que a un sueño roñoso de desgracias.
En virtud de la oscuridad mortal.
Desquiciados por una muerte invernal.

Por debajo de las estrellas rutilantes.
Vengo saboreando esta muerte.
Déjame un beso ardiente.
Para cortar esta fina mortalidad.

Elizabeth
Mi corazón es tuyo.
Tus fragantes palabras son calientes como el vino.
Quiero llegar a tu corazón con ojos apasionados.

Tu seducción atormenta el castillo, desesperación erótica.
Seducción constante al aroma de las velas.
Carne inmortal con deseo de compartir.
Apaciguar a la bestia de las hojas.
Maléficas y teñidas de rojo como la sobriedad nocturna.

Oscuridad.
Ella viene hacia mí.

jueves, 26 de junio de 2008

La vida es un camino lleno de tristezas

¿Qué debo hacer en este momento?
¿Qué debo mirar? ¿Qué debo olvidar?
¿A que debo acogerme en este lugar?

Las marismas se han dormido.
Mi piel se ha acalorado al olvidarte.
El cielo está inundado en penumbra.
Mi gatito duerme su siesta profunda.

La tormenta está demasiado cerca.
Noto como mi vello se va erizando.
Reconozco haberte amado durante tanto tiempo.
Ahora quiero olvidarte. Quiero marcharme.

Necesito ser fuerte, una pluma de occidente.
El templo quiere acoger la sombra. Sol naciente.
La vida comienza en este instante. Vida reluciente.
Tus cenizas se estiran y duermen dentro de mi mente.

La playa me muestra un camino sin destino alguno.
Quiero tomarlo, mis piernas saborean el desencanto.
Mi pena es muy profunda, no quiero caer en el olvido.
Necesito ser fuerte, acurrucarme junto al sol deprimente.

Mi belleza en forma de rosas

Treinta y siete rosas me forman.

Rosas pequeñas recién nacidas.

Rosas grandes translúcidas.

Rosas bordadas a mí propia vida.


Creada con la belleza más pura.

La naturaleza forma mi esencia.

Mis ojos son aclamados por ti.

Mis besos yacen afiliados contigo.


Mi cabello es una mezcla de colores.

Tan rojos como rosáceos, ahilados.

Mi cabello es dulcemente cosido.

Enrollado por tus dedos escarpados.


Costura monumental para formarme.

Coloso característico lleno de engaño.

Sus dedos fueron un desperdicio pasado,

que cortaron las alas de mí desparpajo.


Pequeños pétalos de rosa. Soy una diosa.

Estoy acurrucada a las noches oscuras.

Soy una flor lila y morada en el día.

Soy un líquido carmesí apunto de salir.


Cada uno tiene su propio encanto.

Yo tengo mis pétalos para enamorarte.

Un olor lleno de protuberancias claras.

Una propiedad capaz de hacerte amar.

lunes, 23 de junio de 2008

La luna y el soldadito blanco

Soldadito blanco:


La luna es una grandísima estrella.

Que canta en las noches heladas.

Ni el frío ni el viento pueden tocarla.

Únicamente mis ojos pueden besarla.


En mi barco navego todas las mañanas.

Un traje blanco; vestido de gala.

El capitán a mi espalda, los soldados

arrían velas, llegada de la alborada.


Mi fiel compañera la luna duerme.

Mis ojos sienten esas ganas de verla.

Mi corazón se dilata en su presencia.

Mis besos, ocultos están en su belleza.


Luna:


Ando buscando un amor verdadero.

Para que me mime todo el invierno.

Ando buscando a mi soldadito blanco.

Engalanado, pomposo, sofisticado.


Llegaste a iluminar toda mi soledad.

Ahora siento esas ganas de verte.

Vuela hacia mí, hacia las estrellas.

Allí estoy yo, despierta y somnolienta.


No dejes de soñar por el día.

Nuestros besos quieren verse.

Nuestros versos se estremecen.

Nuestras almas se enloquecen.


Soldadito blanco:


Yo pensándote y escribiéndote.

Con lápiz en mano y papel arrugado.

Con ojos llorosos de no haber dormido.

Con sentimientos impuros y escondidos.


Tú eres mi única señora, mi luz propia,

que arde como el fuego en mi pecho.

Que me desnuda con sus curvas.

Que me enloquece en las noches oscuras.

Distanciado el corazón

Perdí una flor en la soledad.

Encontré un nuevo aire para respirar.

Escondiendo unas lágrimas de emoción,

encontré un corazón latiendo a mi vera.

Durmiendo en libertad; mensaje en una botella.

El mar se tambalea, el faro demuestra su codicia.

Nos vigila desde la distancia, dos vidas paralelas.

Las olas y la tormenta, las nubes y tu belleza.

Tus curvas bordeando mis alas de ángel.

Nuestras miradas de nuevo acercándose.

La distancia más lejana nos separa.

Los pensamientos más románticos nos unen.

Las flores más frondosas nos atraviesan.

Ahora mismo soy la pradera verde y somnolienta.

Tú eres la mar callada, dormida y acurrucada.

Palidez espectral

Oscuridad aterradora.
Tu mirada en la otra ventana.
Tus ojos llenos de lagañas.
Palidez espectral, silencio en mi alcoba.
La mugre sobrevuela el lugar.
Las cortinas se zarandean.
El viento apagó la mecha.
La habitación apagada está.
El vestido de novia susurra soledad.
Las marcas de sangre lo inundan.
Tus lágrimas producen tartamudez.
Mi piel sobrelleva la timidez.
El candelabro se tambalea.
Las llamas cubren tu belleza.
Las paredes se tornan negras.
La tristeza nos da la bienvenida.
Las verjas están abiertas.

lunes, 9 de junio de 2008

Ven hacia mí

Ven, ven hacia mí.

Entra en mis sueños.

Dentro de ti estaré.

Por medio de tus ojos,

podré mirar y te guiaré.


Suspiros dentro de tu corazón.

Déjalos volar, olvida el temor.

Mi corazón está en tu interior.

Una sensación extraña.

Puedo sentir tu amor.

Acaricia mi cuerpo.

Acaricia mis manos.

Yo soy tu ilusión.


Ven, ven hacia mí, entra en mis sueños.

Te conduciré al reino de la exaltación.

Tus besos me hacen temblar de emoción.

Tus caricias besan mi pecho y

se funden en todo un ser lleno de pasión.


Olvida la tristeza.

Somos un único ser.

Estamos juntos los dos.

Nos besaremos, nos acariciaremos,

sembraremos nuestro verdadero amor,

que fluirá de nuestro interior.


Sigue las pisadas en la arena.

Mi corazón late con intensidad.

Estás cerca del reino de mis besos.

Mira hacia delante, no tengas miedo.


Te guiaré a través de mis sueños.

Estoy en la otra orilla.

Ayúdame a escapar de la soledad.


No bloquees tus sentimientos.

Abre la puerta de mi libertad.

Sácame de esta confusión.

Antes de que amanezca.

Antes de que se acabe el amor.


Ven, ven hacia mí.

Entra en mis sueños.

Siente latir mi corazón.

Quédate a dormir dentro de mí.

Luminosidad

El cielo está embrujado.

Resplandor en mis párpados.

Pinceles pintando un olor.

Luminosidad en tu interior.


Las nubes van avanzando.

Cambiando sus colores claros.

Colores sutiles malsonantes.

Luminosidad de ojos ocupados.


Un niño que acaba de nacer.

No quiere caerse más.

Quiere aprender a caminar.

Sueña con alas para volar.


Luminosidad ardiente.

Se acerca la noche impaciente.

Alardea de buenos tiempos.

Satisface a mis sentimientos.

viernes, 6 de junio de 2008

Melodías, sueños y palabras bonitas

Otra sonrisa para alegrar

la tristeza de una niña.

El cielo te quiere contar,

los cuentos de antaño.

Sucesos que estremecieron

a mis versos pasados.

El cantar de la luna oscura

ruboriza al sol enamorado.

El cantar del sol quejica

enamora su desagrado.

Un ángel para encadenar,

a un reino celestial.

Mis poesías llorarán

sinfonías de tu libertad.

Eva

Me trataste con odio y penumbra.

Mi cuerpo venenoso te llamaba.

Sacrificaste una vida vegetal.

Excitaste mis senos polvorientos.

Una noche pulcra y magistral.

Tráeme la tempestad, la luz.

Dibújame la figura del agua.

Riégame con tus palabras.

Vientos del sur callad mi alma.

Amor y lujo desde tus labios.

Pulcro, galán y encadenado.

Ligado a mis sueños pasados.

Gotas de lluvia

Excelente día en el que las palabras surgen sin más.

Siendo estas, gotas de lluvia que calman mi bienestar.

Tic - Tac el reloj de agujas suena en la habitación.

Tan profunda, álgida, oscura, triste y silenciosa.

Gotas de lluvia que empapan la ventana de mi cuarto.

Afluentes de vida que traen consigo palabras perdidas.

Me quedo a mirar como la vida se sana tras la ventana.

Como las flores y la atmósfera resuelven sus problemas.

Es un día anormal, otras personas no lo encuentran especial.

Yo lo siento distinto, gracias a él me puedo liberar.

Puedo sentir los sentimientos más insignificantes.

Siento los ecos profundos desde mi abismo interior.

Veo a través de las palabras formas de escribir.

Formas de sentir, formas de expresar, formas de amar.

Veo lo que nadie puede ver, la tristeza, la soledad.