viernes, 26 de septiembre de 2008

El viento se la llevó

Una mañana de sol corriente.
Aquí y allí el aire se marcha,
y mi cometa es arrastrada.
Vuela que vuela. Alto, muy alto.
Mis ojos lloran el desconcierto.
Mis manos quieren sostenerla.
El viento la lleva de la mano.
Yo, caminando sobre la acera.
Un cuchicheo llegaba desde fuera.
El cielo se vuelve gris.
Las nubes cubren mi nariz.
Soltando borbotones de agüilla.
Sus burbujas empañan mis gafas.
Un instante para limpiarlas.
Pobre triángulo de telas rosas,
cogidas con cinta y arrugadas.
Mi cometa ha sido arrastrada.
Las burbujas del tiempo
me saben a gloria bendita.
Las lágrimas secan su marcha.

En la plaza del pueblo

He llegado a la cima del cielo.
Donde las luces se encienden.
Donde el sol se esconde.
Donde la luna se recoge.

He querido soñar y ser sueño.
Conseguí subir hasta tu boca.
Donde germinan tus besos.
Suaves, frondosos y quietos.

Una tarde de abril en mi vida.
Miradas con aire de sonrisas.
Ganas de sentir tu aliento.
Desbordarme sobre tu pecho.

Que más quisiera yo ser tuyo.
Y que tu soplo fuera mío.
Hálito de viento en el banco.
Allí en la plaza del pueblo.

De ojos negros nace tu dulce mirada

De ojos negros nace tu dulce mirada,
es tan hermosa como un anochecer,
risueña y sonriente como ninguna,
la más simpática y cariñosa
y eres de verdad, o ¿eres un sueño?

Si eres un sueño, recorre el universo
y posa tu mirada sobre la de este ángel.
Si eres de verdad, busca mis ojos
verdes en tu dulce manantial y
hallarás el corazón de la felicidad.

Las rosas de otoño

Si las tocas, son hermosas.
Si las sientes, son tuyas.
Si las tienes, suéñalas.
Si las quieres, encuéntralas.

Dentro de tu corazón
vive un amigo preciado.
Que te habla con su mirada
Que acaricia tu nostalgia.

Si me tocas por dentro.
Sabrás de qué estoy hecho.
Si me tocas el corazón,
encontrarás el amor.

Si tocas mis ojos claros.
Verás un dulce acaramelado.
Si sientes mi olor rojo.
Encontrarás la rosa del otoño.

La rosa y mis besos.
Las caricias del viento.
El sueño de nuestros labios.
La melodía de nuestro cuerpo.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Un alma pura y delicada

Las horas ya no regresan.
El sol ha ido a cambiarse.
Las nubes lavan sus miradas.
Tus ojos escupen la nostalgia.

Decidí borrar palabras feas.
Mi boca escupía la vergüenza.
Ahora sueña con tus labios.
Alegrarte con mis encantos.

Ahora siento mucha pena
de haberte hecho daño.
Quiero borrar el pasado.
y reescribir el presente.

He mirado mucho tus ojos.
Y he visto tu corazón latir.
He descubierto un alma pura.
Allí es donde yo quiero ir.

Otoño de sentimientos perdidos

Una brisa de otoño fugaz.
Hojas que caen y se quiebran.
Rayos de luz que me colorean.
Un papel rugoso y perspicaz.

El viento airea la cortina roja.
Revestida de estrellas esmeralda.
Bordada por eras mitológicas.
Esculpida por sueños fantasiosos.

He visto una estrella pasear.
Contemplar mi ventana al pasar.
Con su liga quemaba mi brillo.
El amarillo de mis ojos cautivos.

Aires que crean una seducción.
Bordean una figura desierta.
Las palabras se las lleva tu fuego.
Quemándolas en mi cuerpo.

Cortejé a tu mirada tartamuda.
Que no podía hablar siquiera.
La canté con mi ternura.
Palabras rellenas de dulzura.

La luna escorpión

Su nombre era una figura piadosa
de una tierra sagrada y escondida.
La luna, siglos y siglos de mitos.
Su música se escucha en mis ojos.

La neblina esculpe una esfinge.
El horizonte vestido de negrura.
Martirizado por sus colores azules.
Hipnotizado por un mar de oscuridad.

La luna y el escorpión de las arenas.
Suspiros provocados por sus patas.
Clavando la muerte y asfixiándola.
Recogiendo cenizas de sus entrañas.

La inocencia de la sangre

Aureola de sustancia oscura
vagando por tinieblas de ternura.
La atmósfera inunda mis sentidos
y sus ojos se clavan cual colmillos.

Sentado sobre la luna indefensa,
mirando el color de tu inocencia.
Burbujitas parpadean en mi vida
turbando la pared de mi sonrisa.

He visto un destino en tus ojos.
El camino de nuestro futuro.
Flores para tu sufrimiento.
Espinas que clavan tus miedos.

La oscuridad, el cristal y su sombra.
La blanca tez de tu adolescencia.
Los rasgos de una tez vetusta.
La facilidad de encadenarte a mí.

La inocencia de la sangre pura.
El ascenso hacia una nueva gloria.
El decaimiento de nuestra promesa.
La plenitud de una vida eterna.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Esta, ya no es mi tierra

El susurro del viento llegó y
las nubes empezaron a caminar.
El verde valle se oscureció
trayendo consigo desolación.

La savia de la tierra perenne
ha llegado con la brisa ecuestre.
Nevada estaban mis tierras y
ahora están pulidas de tristeza.

El verdor del bosque habla.
Aullando sobre las plantas.
Las aves recogen sus nidos y
marchan sobre el horizonte

Estas se miran de reojo.
Palpan una vida desierta.
Exclaman con sus picos.
Esta, ya no es mi tierra.

¿De dónde sacaste la magia?

¿Dónde escondiste al conejo?
El sombrero aún es negro.
Y la magia lo ha descolorido.

Veo a través de tus anteojos.
Tengo la suerte en mis ojos.
Detesto la mentira de los tuyos.

Te seduzco con mis cartas.
Creo la magia en el momento.
Me esfumo como el fuego.

La barita es negra y blanca.
Crea cenefas de dulzura.
Galletas de sabor a ternura.

Aire lleno de lágrimas

El aire corre detrás de una niña.
Lágrimas con sabor a esperanza.
Sus ojos recorren la brisa marina.

Su mirada resquebraja las hojas.
Su dulce voz mueve a las gaviotas.
Bella en vida, dulce e ingenua.

Toda una vida buscando una salida.
Buscando el remedio a tus heridas.
Rebuscando entre las cenizas.

Aire lleno de lágrimas púrpuras.
El viento se ha llevado a granada.
Tierra mora, llena de sustancia.

Aire que vive en la costa.
Revive en el horizonte califal.
Y perece en la costa occidental.
---------------------------------------
He aquí mi pequeño tributo a esta tierra
tan fantástica y tan maravillosa, Granada.

La reina del paraíso

No se si seas mi reina
o el paraíso sea tú mirada.
Únicamente no entiendo.
¿Porqué tus ojos rozan mi alma?

Quizás tu sinceridad pura.
Sea tu nota más encantadora.
Tu hermosa belleza cautiva
a este lienzo que te dibuja.

Mis ojos se detienen al mirarte.
Tú eres la reina de esta noche.
Hermosura de mis caricias.
Dulzura de mi sonrisa.

Un día aprendí a observarte.
Dibujé curvas paradisíacas.
En ellas di la vida a tu piel.
Creando nuestro anochecer.

Diario de mi muerte

Un aire sombrío recorre mi momento.
Circunstancias de una vida tranquila.
El diario de mi muerte se ha forjado.
La paz envolvente me ha traspasado.

Luto para un día triste y malogrado.
He vencido mis miedos, he caído.
Mi alma ha llorado de pena ardiente.
El fuego ha quemado mi subconsciente.

Diario de un instante serpenteante.
Tortuosa situación me ha tocado vivir.
Tengo ganas de probar tu elixir.
Quiero dormir y no despertar jamás.

La vida ha sido dura con mi suerte.
No quiero sufrir con las heridas.
Quiero soñar ahogado en las cenizas.
Desvanecida está, mi vida translúcida.