viernes, 12 de octubre de 2007

Alas de gelatina

La mancha solar está llegando.
Las rejas tapan mi adolescencia.
Las manos atrapan mi conciencia.
La mancha me está asfixiando.

El día va caminando sin miedo.
Las luces van tapando mi ego.
Los pájaros cantan y se marchan.
La luz avanza, se quita, descansa.

El calor un mal sofocante.
La noche me va perturbando.
Las llamas salen del suelo.
El cielo me llama con miedo.

Cabalgando con destreza por un
destino incierto, lujuria.
Lujuria en mis senos.
Mi cuerpo sufre los cambios.

Mi piel se resquebraja. Agrieta.
El blanco del ángel se pudre.
El negro hace aparición.
Las garras del mal afloran.

Surgen a flor de piel. La flor
de la vida. Mi vida, mi destino.
Los cambios en este camino.
Un ser normal cambia su mortalidad.

Inmortalidad en mi sangre. Roja.
Roja con sufrimiento. Crecimiento.
Mi cuerpo se transforma por dentro.
Ángel de la noche, alas de gelatina.

Una sirena con piel terca; oscura.
Alas haladas, recogidas a la espalda.
Blancas por el día, mortíferas en la noche.

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