lunes, 4 de febrero de 2008

Ángel Solitario - Recubierto de acero

01. Desconsolada y afligida:

Un paraíso perdido.
Un triste ángel sin destino.
Un cielo azul asfixiado
por las llamas del olvido.

Una dama acurrucada con recelo.
Entristecida sobre una gran roca.
Alas recubiertas de acero candente.
Curvas alocadas que llenan mi mente.

Su piel recubierta de metal.
Alas de acero, metal brillante.
Nacida del fuego, salida del averno.
Sus curvas me dejan perplejo.

Un gran volcán, con sus hijas al lado.
Las demás rocas pequeñas y ansiosas.
Deseosas de poder escupir fuego,
deseando de atrapar el miedo.

Sus caras inanimadas comienzan a llorar.
A derramar lágrimas de sal, sobre
esta tierra llena de suciedad.
Un líquido azul que puede envenenar.

Un mundo lleno de consternación.
Unas rocas llameantes de fuego.
El calor la deja sin respiración,
durante un pequeño momento.

La maldad esta presente, los árboles
mueren, caen como ceniza humillada.
Las ramas como el color de la tierra
embarrada, son aniquiladas, tronchadas.

Las hojas de esta antigua y hermosa selva,
tan verdes y selváticas han sido atacadas,
por llamas que salían de la tierra quemada.
Cenizas que aparecen, derrotan todo lo verde.

02. Desapareciendo está:

Puedo mirar como mi vida desaparece.
Ya no queda nada, solo mi ser atrapado
y debilitado, sobre esta tierra podrida.

Puedo mirar más allá, por donde la luz viene.
Toda mi existencia próximamente terminará.
El sol vendrá, mis alas morirán, me derretiré

Desapareciendo están, mis alas de metal.
Achicharradas por la tristeza.
Tostadas por el sol de una nueva venida.
Desapareciendo está, mí cuerpo artificial.
03. Definitivamente imposible:

Imposible volar por el cielo natural.
Mi vida va desapareciendo.
Imposible respirar el aire que me das.
Mi cuerpo se va pudriendo.

04. Ángel de acero:

Entristecido está mi cuerpo.
Sin poder volar, sin ganas de amar.
El fuego me deja sin aliento.
Su llama me envuelve, me quema por
fuera, el interior se va corriendo.

El acero del metal me enloquece.
Ángel de acero soy. Ángel en vida seré.
El fuego me envuelve. Me estremece.
Nunca jamás mí alma podrán enterrar.

05. Segundos eternos:

Los momentos eternos pasan inquietos.
Los segundos les siguen sin respiro.
Mi final está llegando, mí mundo
desaparece, con este ser moribundo.

La llama empieza a quemarlo todo.
El volcán apunto de escupir el final.
La lava cubriendo está; toda su belleza.
La masa rojiza comienza a envenenar.

Su cuerpo ha visto un final eterno.
Su aura empieza a volar, sus cenizas
comienzan a alimentar la tierra.
Segundos eternos en este momento.

06. Alas de acero:

Alas de acero para volar
Metal de fuego para olvidar.
Rostros sin vida para observar.
Lágrimas en mis ojos para llorar.

La savia del ángel vuelve a derramarse.
Azulada e iluminada, humillada, llorada.
Sedienta de vida, falta de amor, falta
de vida en mí interior.

Alas azuladas para volar.
Amapolas rosadas para enamorar.
Silueta de mi cuerpo para acariciar.
Lágrimas de sal para olvidar.

Los ángeles a un lado aprecian mí dolor,
me miran y me hablan. No les hago caso.
Los humillo y los aborrezco. Les grito.
Me voy desapareciendo como un suspiro.

07. La tierra florece:

La tierra florece, la vida habita.
Han pasado semanas, meses y años.
Los animales vuelven a revivir.
Nosotros volvemos a respirar,
los días llenos de felicidad.

08. Aura de acero:

El ángel se sienta a contemplar,
toda la belleza de esta tierra.
Imagina que puede tocarla.
Con sus labios puede saborearla.

Recuerdos que la llenaban de nostalgia.
Una amapola rojiza llena de vida.
Puede imaginar que la está tocando.
Puede imaginar que la está besando.

Dentro de sus pétalos se puede ver:
Una gota de lluvia, agua cristalina.
En ella se ve reflejada, los momentos
eternos de una vida renacida.

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