viernes, 22 de febrero de 2008

Sueños que se quedan en el tintero

Me gustaría que la pluma que escribe,

dibujase una línea vertical en negro.

Poder caminar sobre esa línea oscura.

Con tu corazón latiendo en mí pecho.


La montaña distante del sol está llorando.

Los sueños han llegado a mi almohada.

Tus ojos abren las puertas de las lágrimas.

Mis ventanas se cierran con tú arrogancia.


Mis ojos pardos esperan una encerrona.

Oscurecerse con una poesía como esta.

Llorar de pánico como llora una rosa.

Tan sensible, dulce y melancólica.


Siempre tenemos sueños que se ahogan.

Que no se cumplen ni soñando.

Únicamente duermen en la alcoba.

Y cuando los llamas vienen volando.


Muchas veces la tristeza me ha desamparado.

Me ha dejado huérfano de tú hermosa sonrisa.

Como una gota de lluvia, así soy ahora,

me derramo en el suelo y me disuelvo.


Me escabullo por todos los caminos desiertos.

Muchas veces sufro y he seguido sufriendo.

Ahora no es para menos, pero tengo tu fe.

Tengo tu corazón como un sol ardiendo.


Tenemos sueños que se quedan en el tintero.

Si yo soy tu ciervo, tú eres mi único señor.

Si yo soy tu ángel, tú serás mis alas,

las cuales me llevarán hacia tu alma.


Quisiera fundir mi cuerpo al tuyo,

ser una aleación de metal ardiente.

Ser plata u oro, ser bronce o cobre.

Ser la joya que abrace tú cuello.


El cántico de las mañanas es el futuro.

Soñar lo que uno quiere es el mayor logro.

Ser la paloma blanca que irradia felicidad,

es la mayor pureza que irradia mí humildad.

1 comentario:

maggie dijo...

Me gustó mucho este poema, creo que todos tenemos sueños durmiendo en un tintero, en el closet, en la cajonera, en nuestra mente y nuestra alma... Sueños que no se realizaron jamás y que es imposible sacarlos del escondite, porque cuando te das cuenta ya estás viejo... y quedó un sueño pendiente... besitos
Maggie.