sábado, 26 de julio de 2008

Pena para mi corazón

La pena se apodera de mis ojos.
Las lágrimas brotan en forma de sangre.
Mis piernas se resquebrajan en el camino.
Y ya no puedo caminar más.

Ya di todo de mis adentros.
Mi alma quiere ayudar en estos momentos.
Pero él ni siquiera se deja cuidar.
Ni siquiera mis lágrimas lo pueden alumbrar.

¿Qué debo hacer? ¿A quién debo acudir?
Al cielo, a rezar junto a los ángeles.
Quedarme muerto en vida llorando.
Sufriendo como un ser amargado.

Quiero buscar en mi reino celestial.
Buscar un mensaje que me llene de paz.
Mirar a través de las paredes de cristal.
Encontrar una dosis diaria de bienestar.

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