jueves, 31 de julio de 2008

Paraíso de besos escondidos

Exquisito amanecer.
No te vayas en forma de pájaro.
Devuélveme la sonrisa del pasado.
Conquista mi vida, aún dormida.

Guíame a través del camino que corresponde.
Junta mis manos con las de esta señora.
La de piel morena y largas piernas.
La de figura hermosa, una doncella.

Tanto tiempo buscándote en el cielo.
Y mira que no soy ningún pájaro.
Simplemente un loco soñador.
Que ha soñado con besarte la mano.

Ante tanta elegantaza y tanta cordialidad.
No es ninguna locura, el soñar o amar.
Amar en silencio es un deseo corrupto.
Prefiero amar y sentir la realidad.

Quiero sentir que tú eres esa piel morena.
Que tocando únicamente la mar.
Puedo ver a través de ella,
y poder encontrar tu sabor a cereza.

Es un paraíso de besos escondidos.
Los que nos damos dos Ángeles.
Yo en el cielo soñándote y escribiendo.
Tú en la tierra viviendo en mis ojos.

Tu piel es como una montaña rusa.
No la siento tan cerca, aún está lejana.
Pero siento esas cosquillas de la alborada.
Es la brisa del viento en forma de dama.

Tus besos son rugosos y sinceros.
Son algodones que acarician mi pecho.
A veces siento que fallezco en el intento.
Tanto pensarte, que se quiebra mi cerebro.

Pero siempre tengo tus besos presentes.
Sean morenos o rubios, siempre son besos.
Besos profundos que secuestran mi alma.
Besos de colores que me alegran la mañana.

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