viernes, 23 de noviembre de 2007

Ella, el aroma azul

El corazón retumbaba.
Las fresas se helaban.
El pálpito del viento
aparecía y cuchicheaba.

Mirada que agachaba.
Silenciosa, superficie
inerte, rostro llorado.
Aroma azul, el infierno.

Gana la vida con tus besos.
Siente perdidos tus recuerdos.
Susurros constantes de miedo.
Ojos llamativos con despecho.

Alejar la muerte inocente.
Atraer la vida reluciente.
Escuchar el lloro de un niño.
El infierno azul, la nieve.

Un piano suena a lo lejos.
Miradas que atrapan su ego.
Un cielo oscuro, el frío.
Ella baila sintiéndolo.

Cuando la luz se apaga
y la dama descansa.
El sol entra de nuevo y las
flores emergen del suelo.

La tristeza deambula.
Esta se evapora, cambia.
La alegría se estremece
cruje por dentro, aparece.

Las rosas rompen el azul
cristalino pálido transparente.
Color alegre manchado,
la tierra color anaranjado.

Los campos verdes
continúan con la vida.
La tristeza y melancolía
duermen bajo su suerte.

1 comentario:

maggie dijo...

Ohhhhh amigo, el aroma azúl, bello el poema y su contenido, te felicito...
Besitos. Maggie