lunes, 24 de noviembre de 2008

La mirada de la noche

Fría e insolente.
Recóndita su suerte.
Escondida en la madriguera,
buscando su raza gemela.

La luna siembra miseria,
sus ojos brillan lejanos.
Aullidos huérfanos,
momentos de escándalo.

Oscuridad tenebrosa,
El silencio llega.
Las hojas tiemblan
y la lluvia nos acecha.

Su carnaza se torna gris.
sus garras en la hierba,
sus gruñidos nos hieren.
Ferocidad envolvente.

2 comentarios:

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Me gusta tu poema y me gusta tu espacio

Un saludo

Io dijo...

Como loba solitaria en ejercicio, me ha encantado este poema.

Y la imagen es preciosa.

A ver si coincidimos alguna noche de luna llena en el bosque y compartimos nuestras soledades.

Un besazo.