Mi tierra es un corazón,
que vive asfixiado de pena.
Llora con lágrimas humanas.
Seca su llanto en mí cara.
Mirándome y contemplándome.
Tan mágica, como sensata.
No dejamos de humillarla.
Únicamente queremos matarla.
Que forma tan particular
de decir te quiero.
Ni siquiera eso logramos.
La maltratamos sin querer.
Viviendo a nuestro parecer.
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