Cuando despierto en las noches.
Únicamente me levanto y miro.
Veo el silencio, lo contemplo.
Hecho de menos su belleza.
Doy unos cuantos paseos.
Mi alma no se tranquiliza.
Solo sueño con sus besos.
Mi corazón palpita, habla.
Intento calmar mi cuerpo.
Pongo la mano sobre mi pecho.
Mi puño agarrando una chapa.
Intentando ahogar mis miedos.
Abro la cajita plana plateada.
Aún la veo chapada en plata.
Su sonrisa atrapa mi mirada.
Se refleja en mi hermosa cara.
El cristal de la chapa se refleja
en estos ojos verdes y marrones.
Ojos con ganas de amarla, quererla,
tenerla, besarla y no olvidarla.
La niña que va dentro de ella,
es mi gran tesoro, aún no la olvido.
La tengo muy dentro de mis pensamientos.
En el abismo profundo de mi cuerpo.
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