Tenaces tenazas,
que cierran candados,
de mansiones lejanas,
olvidadas en África.
Negritos con hambre,
corazones de nadie,
almas subyugadas,
ligadas al pasado.
Y nadie da nada,
a cambio de algo.
Ni dinero de bonanza,
ni perras a la balanza.
No hay trigos,
para tantos pobrecitos,
y gastan a mansalva
dineros para almacenar.
Más riqueza, ¿Para qué tanta?
Si tienen para construir palacios,
playas en cualquier espacio,
hoteles en un lugar ermitaño.
La Mansión de la pobreza,
los ricos se ríen de ella,
los pobres sufren las consecuencias.
que cierran candados,
de mansiones lejanas,
olvidadas en África.
Negritos con hambre,
corazones de nadie,
almas subyugadas,
ligadas al pasado.
Y nadie da nada,
a cambio de algo.
Ni dinero de bonanza,
ni perras a la balanza.
No hay trigos,
para tantos pobrecitos,
y gastan a mansalva
dineros para almacenar.
Más riqueza, ¿Para qué tanta?
Si tienen para construir palacios,
playas en cualquier espacio,
hoteles en un lugar ermitaño.
La Mansión de la pobreza,
los ricos se ríen de ella,
los pobres sufren las consecuencias.
Autor: Francisco J. Román
Fecha: Julio de 2010
Imagen: Internet
Fecha: Julio de 2010
Imagen: Internet