A) Al son de la melodía
Punteos de néctar nacarado,
jugo extraído del hechizo,
la medicina de la melodía,
no comparable a la vida,
pero si a un estado de oda,
la silenciosa ola que llega,
y encierra mis penas lejanas,
para reavivar mis ganas,
de cantarle al alba.
B) Alas de canto incansable
Dícese de las flores que bañan
al verde y fulguroso canto,
de ese jilguero manchado,
que vuela, de tejado en tejado,
anidando donde puede,
donde la gente le deja,
o los niños no tiren piedras.
C) Libertad al galope
Requiébralo de blanco,
a ese manantial sosegado,
el hombretón que lo monta,
y lleva sus riendas cabalgando,
por la pradera abierta,
hasta el fin del mundo,
o hasta donde diga madre tierra.
Punteos de néctar nacarado,
jugo extraído del hechizo,
la medicina de la melodía,
no comparable a la vida,
pero si a un estado de oda,
la silenciosa ola que llega,
y encierra mis penas lejanas,
para reavivar mis ganas,
de cantarle al alba.
B) Alas de canto incansable
Dícese de las flores que bañan
al verde y fulguroso canto,
de ese jilguero manchado,
que vuela, de tejado en tejado,
anidando donde puede,
donde la gente le deja,
o los niños no tiren piedras.
C) Libertad al galope
Requiébralo de blanco,
a ese manantial sosegado,
el hombretón que lo monta,
y lleva sus riendas cabalgando,
por la pradera abierta,
hasta el fin del mundo,
o hasta donde diga madre tierra.
Autor: Francisco J. Román
Fecha: Febrero de 2012
Imagen: Internet
Fecha: Febrero de 2012
Imagen: Internet