Son rectos y curvilíneos.
Son rojos y frondosos.
Son bosques rosados.
Son sueños inmediatos.
Así suelen ser tus besos.
Suaves, cremosos, hermosos.
Sabores privados y tristones.
Íntimos, dulces y pasionales.
Difícilmente definibles.
En las noches de invierno
cobijan mis sueños tristes.
En las noches de verano.
Mi mente y mis deseos
más tórridos y púrpuras
acaban incendiándote.
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