La noche voy contemplando.
Las nubes van pasando con
un color grisáceo oscuro.
Mi piel se va erizando.
Mi cuerpo se va agotando.
Una noche más sin mi amor.
La luna entra en mi cuerpo.
Contempla mis sentimientos.
Observa mis ganas de vivir.
Veo sus ganas de relucir.
De brillar ante mis ojos.
Iluminarme y deslumbrarme.
Caminando por el sendero
que abarca los miedos.
Ser interior cautivado
por mi ego profundo.
Esencia de hombre que
sale de mis entrañas y
se abraza con el viento.
Dentro de mí existe,
el diamante negro.
El corazón desbordante
de emoción y pasión.
1 comentario:
Amigo, podrás ser diamante negro, pero fino como ninguno... creo que aquí te reflejas tan bien, que parece una autobiografía... Besitos
Maggie
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