La chiquita del lago.
dispone de unos largos
cabellos dorados.
Sale a pasear todas
las noches enamoradas.
Con una seda blanca.
Que cubre desde su
pecho hasta su rodillas.
y en medio un cordón
engalanado, pomposo,
muy sofisticado.
Con unas manos suaves.
Una piel suculenta.
Sin la protección de
su caballero andante.
Se detiene a observar,
a mirar, a contemplar,
tan estrepitoso paisaje.
Con una lanza en su mano.
Dispuesta a que llegue
el día para combatir,
como una gata salvaje.
Por la noche sombría,
con belleza interesante.
Por el día un animal
capaz de envenenar.
Capaz de atravesar
almas que la quieren
atrapar, coger, agarrar.
Todas las noches
suele deambular
sin pena ni gloria.
Vagabunda en vida.
Caminante de la
eternidad sin fin.
2 comentarios:
Quiero encerrar en este poema mi comentario a todos los anteriores, son en verdad una belleza dorada la que has escrito y de nuevo has conquistado un corazón triste y golpeado por la vida...
Gracias amigo. besitos.
Maggie
Quiero encerrar en este poema mi comentario a todos los anteriores, son en verdad una belleza dorada la que has escrito y de nuevo has conquistado un corazón triste y golpeado por la vida...
Gracias amigo. besitos.
Maggie
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