A la sombra del abeto,
donde el sol mira de reojo,
donde la luna gime de placer.
El viento acaricia mis dedos.
instantes para aprender a vivir,
allí quiero forjar mi arte.
Instrúyeme como tú aprendiz.
Coquetéame, cautívame.
Revolotea como una perdiz.
No se si es sueño, o es realidad.
Únicamente se, que es felicidad.
Estoy aprendiendo a ser feliz.
Tus huellas llenan el agujero,
aquí derramaré mis sentidos,
recógelos por mí, ya no estaré.
Tu alma revolotea entre mi ser,
mis uñas esculpen el momento.
El viento inmerso en mis dedos.
donde el sol mira de reojo,
donde la luna gime de placer.
El viento acaricia mis dedos.
instantes para aprender a vivir,
allí quiero forjar mi arte.
Instrúyeme como tú aprendiz.
Coquetéame, cautívame.
Revolotea como una perdiz.
No se si es sueño, o es realidad.
Únicamente se, que es felicidad.
Estoy aprendiendo a ser feliz.
Tus huellas llenan el agujero,
aquí derramaré mis sentidos,
recógelos por mí, ya no estaré.
Tu alma revolotea entre mi ser,
mis uñas esculpen el momento.
El viento inmerso en mis dedos.
1 comentario:
¡Hola, Francisco Javier!
Gracias por pasarte por mi blog y ponerme colorada con tus palabras de apoyo.
Yo también te he puesto un enlace, así, cuando alguien se canse de pensar leyendo mis escritos, je,je, podrá venir a este espacio a embriagarse de belleza y sentimientos con tus bellísimos poemas y tus seductoras imágenes.
De tus últimos poemas, el que más me ha gustado ha sido "El viento revolotea entre mis dedos",
...estoy aprendiendo a ser feliz.
Leo este verso y lo vocalizo en alto, y me produce mucha serenidad.
...el viento inmerso en mis dedos.
Me transmite sensaciones. Me gusta sentirme en consonancia con los elementos.
Vendré aquí cada vez que tenga ocasión. Es como escuchar a Enya, relajante, enriquecedor, hermoso...
Un beso.
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