Vacaciones para mis ojos.
Navegantes del silencio.
Escurridizos por tu cuerpo.
Sobre una nube de esperanza
mi vida se disuelve completa.
Se anilla como anillos al dedo.
Una llama de fuego me avisa.
De que tus caricias explotarán
esta noche sobre mi deseo.
Engánchate junto a mis cadenas.
Aspira el aire de mis besos.
Ahógate en mi profundo invierno.
Los bellos de mi piel se escaman.
Se erizan con el frío ambulante
que camina sin rumbo ni estandarte.
Mis manos sudan tu piel. Fibrosa,
sedosa, cruel, inmunda y orgullosa.
Álgida, gélida, frígida y viciosa.
Una ventisca nos cubre de eternidad.
Es nuestra máscara de la libertad.
La cual muestra el camino a tomar.
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