Recorreré tus montañas rocosas.
Disfrutaré el ambiente natural
de las colinas sonrojadas que
me llegan al alma y me hacen llorar.
Calmaré mis deseos de libertad,
gracias a ellos no pararé de volar.
Seduciré a la diosa mañanera y
caminaré detrás de su ternura.
Observaré tal belleza lejana.
Tantas y lindas flores encantadas.
Me detendré por un solo momento y
contemplaré la brisa de la mañana.
El hada que nos da la felicidad,
nos abre las ventanas de la vida.
Para que saquemos nuestra cabeza
y con nuestras manos acariciemos
la ventisca producida por su sonrisa.
Un blanco exterior cubre su cuerpo
y la seda es cocida por el viento.
Una belleza esculpida por el frío,
y la alegría envuelve su ego.
Disfrutaré el ambiente natural
de las colinas sonrojadas que
me llegan al alma y me hacen llorar.
Calmaré mis deseos de libertad,
gracias a ellos no pararé de volar.
Seduciré a la diosa mañanera y
caminaré detrás de su ternura.
Observaré tal belleza lejana.
Tantas y lindas flores encantadas.
Me detendré por un solo momento y
contemplaré la brisa de la mañana.
El hada que nos da la felicidad,
nos abre las ventanas de la vida.
Para que saquemos nuestra cabeza
y con nuestras manos acariciemos
la ventisca producida por su sonrisa.
Un blanco exterior cubre su cuerpo
y la seda es cocida por el viento.
Una belleza esculpida por el frío,
y la alegría envuelve su ego.
1 comentario:
MMmmmmmmamigo, cómo ser esa Hada de la mañana, para volar´a tí y darte la fuerza para empezar un nuevo día. Besitos.
Maggie
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