
la pintura aclara ideas,
la fotografía habla de mieles,
sentimientos recubiertos de hieles.
Para eso pinto, para desahogarme,
para que las tristezas amarguen a otra,
otra paloma de negrura ajena,
otra vocecilla olvidada en la pena.
¿Para que pintar lo que ya existe?
Mejor diseñar la vida del alpiste,
del pajarillo comiéndoselo,
de sus alas amarilleándose con el tiempo.
De la torre que no quiere caerse,
y miles de visitantes la adornan,
con sus sonrisas y sus alfombras,
dándole paso a la única diosa:
El arte, la magia, el embeleso…
FRANK - 05/11/2009 - DRO