miércoles, 25 de febrero de 2009

Amor distante

Me he quedado frío, sin aliento
tus palabras me hicieron daño
el nerviosismo me corroe por dentro,
mis lágrimas sudan tu desprecio.

He caminado desde la ladera,
hasta el monte del destino.
El volcán está que echa fuego,
los cristales rompen el desconcierto.

Mis ojos miran la bruma clara,
tan espesa y arbórea como densa,
he querido llegar hasta la cima
y olvidar todo lo nuestro.

Una moneda tiré al abismo
su cruz clavo nuestro camino,
ya no será como antes,
nuestro amor se escabulle.

domingo, 22 de febrero de 2009

La bravura de una mar intranquila

Bajo la cortina del comedor
el mármol gratinado se oscurece.
Vientos de época perenne,
las fauces de la lluvia acontecen.

Claridad de un viento levantino.
La marejada trajo soplos lejanos.
Portazos de un ventanal enclaustrado,
gotas del diluvio en mis párpados.

Un sauce en un jardín semidesnudo,
trayendo malvas y tiempos malos.
Amigos relámpagos al oeste del faro.
La mar bravía aparece con descaro.

Redes rajadas, pescadores huérfanos,
sus hermanos barcos naufragaron.
El piélago charco trajo escombros.
Una vida de amarguras y despojos.

viernes, 20 de febrero de 2009

Mi compañera

Para ella que renace debajo de las hojas muertas, esas que desvirgaron su suerte anoche cuando cayeron del árbol. Ya nunca más volverá a alegrar mi corazón de mimbre. La locura de amar, la locura de sentirse amado y unido a una vida de altibajos y caminos por los que cruza el río de los malos augurios. Ella amará allá donde este, en aquel lugar lejano al que llaman cielo lleno de estrellas. Esta misma, la luna me dijo una vez que era mi compañera, quien sabe, aún no lo creo, pero cada vez que la contemplo sus rayos de reminiscencias claras me transportan al lugar de donde nacen las prosas de puro sentido multicolor. Ella me comentó, Francisco no dejes de escribir, el sentido y el arte te llenan por dentro, haz de tu vida un paisaje cautivo para llenar de sonrisas a aquellos que no son capaces de sentir esa llama tan viva que renace dentro de ti. Aún miro a través de la ventana, y no dejo de recordarla, mis lágrimas de llanto y esperanza se helaron, para quedar convertidas en bellas frases que ahora os escribo.

martes, 17 de febrero de 2009

La cruz y el horizonte

Un diablo de arena.
Apenado por la pena.
Sufridor de tu juego.
Cortejo del requiebro.

Desmayo ausentado,
con lágrimas heridas.
Alguacil del esbirro
y lágrimas quemadas.

Otoño enmascarado.
Máscaras envenenadas.
Pulidas hojas azucares
envueltas en sábanas.

Cadenas embarazadas,
por sus hijas pisadas.
Antorchas celestiales,
tiradas como enjambres.

La cruz y la condena.
Piel rojiza amarillenta.
Preludios a la soledad.
Estúpida esta ansiedad.

sábado, 14 de febrero de 2009

Amanecer soleado

Un lapso de tiempo
acaba de marcharse.
Avanzaba cabizbajo
llamándose don nadie.

Un solsticio ofuscado,
que bregaba sin sombra.
Buscando su reflejo,
en su matinal derrota.

Los árboles limpiaba,
con sus dulces ráfagas.
Tras la morera abrigada
el sol llamaba al alba.

La oscuridad se ha ido.
Mi sonrisa alumbraste.
Mi corazón iluminaste,
llenándolo de cariño.

jueves, 12 de febrero de 2009

La soñadora princesa de la caja de música

Era de noche y la caja aún estaba cerrada.
El soporte no se movía, ni siquiera se abría.
La chiquilla pensaba en su alma gemela,
junto a un vals a la luz de las estrellas.

La luna parecía medio anillo arqueado.
El susurro del viento juntaba a dos enamorados.
El de pajarita negra y traje engalanado.
Ella de vestido rosa y sentimientos encontrados.

De pronto un chirrido, la caja se destapaba.
Un poco de aceite para el mecanismo,
pues los cilindros y las poleas,
aún yacían un poco dormidas.

Mientras los suspiros del verano aparecían.
Los sonidos musicados se transmitían.
Mientras bailaban adornados por un dulce cantar.
Los grillos y alimañas no dejaban de chasquear.

Su pálida tez presentía un sueño enamorado.
Un pronóstico en una noche romanticota.
Palpitaba su corazón mirando el resplandor.
con un vestido rosado miraba a su amor.

Pero esta noche se presentía muy distinta.
Las anteriores habían sido simples sueños.
Esta era especial, a su amor podía tocar,
sus sentidos la hacían tartamudear.

lunes, 9 de febrero de 2009

Anatomía melancólica

Ráfagas de antítesis oscuras.
La soledad perfecta es tuya.
El silencio denota la claridad.
Claridad de suavizadas locuras.

Anatomía sensible al natural.
Vigorosa sensación de humildad.
Mantos de aire y ligereza, llevados
por el tiempo hasta mi cueva.

Lágrimas desordenadas en mi vida.
Cuchicheos de gentes alrededor mía.
Manos agrietadas por el abril estornudo.
Desmenuzadas por un invierno crudo.

Vida mía no beses mi piel fosca,
porque tus labios pueden apagarse.
Tráeme la calentura de tu corazón.
Violaré tus sentidos hasta explotar.

Una estrella visualizada por mis ojos,
caminaba por un cielo decaído.
En la negrura habitaba la luna a un lado,
sus hijas no dejaban de mirar mis párpados.

Estos desconchados por un solemne sol.
Goteaban como una gotera invernada.
Llenando la bañera de simples reflejos,
los de mi espejo en una noche sufriendo.

domingo, 8 de febrero de 2009

Gloriosa y única

De nuevo el sol cubre mi rostro
y me deslumbra hasta cegarme.
El río Guadalquivir renace y
forja una tierra llena de arte.

Fincas de siembras y regadíos.
Olivares cruzan la tierra jienense.
La vereda cordobesa nos observa,
atrayendo a los trigales de frente.

Amarillos campos de sustancia pura.
Girasoles ciegos, mudos y tímidos.
Algodonales blancos como la seda.
Pájaros relinchando, se echó la veda.

Las gentes humildes del lugar,
nos dan la bienvenida más sana.
Probando la sed de su vivencia;
de una tierra llena de gracia.

jueves, 5 de febrero de 2009

Pálpitos rubíes

No es silencio.
Ni es crueldad.
Sus ojos son mimosos.
Su pálpito es mi cantar.

Azules rubíes se colorean en sí.
Descansaba ella sobre un almohadón,
recubierto de aires sabor a ninfa,
creando ternuras en mi corazón.

Piel sumisa y dúctil fragancias.
El cuarto renace de gnomos reales,
esos que sus ojos ven en las noches
fructíferas, nacientes de hadas recónditas.

martes, 3 de febrero de 2009

La razón de nuestros besos

El palpitar de un sueño corrupto
que llegó a mis venas ahogándolas.
La sangre en nuestro altar.
El deseo nos hará quemarnos.

Sin huellas en el horizonte.
Blanca su mirada inconciente.
Esta noche amaneció mojado.
Tu espíritu y nuestro orgullo.

La sabia de una pasión desordenada.
Las rosas secas y apagadas.
La oscuridad en tus senos.
La raíz de nuestro invierno.

Otra noche de oscuros desenfrenos.
Donde mi sueño es encontrarte,
intranquila, vagando por mi cuerpo.
Buscando la razón de nuestros besos.

domingo, 1 de febrero de 2009

A punto de zarpar

Ya es la hora de la despedida.
Un beso a medias; me haces cosquillas.
Mis maletas esperan ser llevadas,
por el mayordomo de la fragata.

Un beso que me sabe a caramelo.
Una sonrisa que destapa tu amor.
Unas caricias sonrojaron mi corazón.
Tú suave brisa, una ilusión interior.

Atrás queda el puerto y la ciudad.
A un lado mi cenicienta diciendo adiós,
con su vestido rojizo de niña mayor.

Alzando su mano y lanzando un beso.
Un beso anidando nuestro amor.
Sembrando el aire de sonrisas al por mayor.

La guerra no es un juego

El juguete de un niño es un cacharro
inerte, muerto, que no hace daño.
Pero según en que manos se ponga,
puede ser dañino, incluso un arma
mortal capaz de quitarnos la vida.