jueves, 27 de septiembre de 2007

Hermosa profundidad

Quiero desenredar tu corazón
quitarle la rabia y el dolor.
Abrir las paredes de tu piel y
sembrar el amor en tu interior.

Quiero que esta hermosa profundidad
pueda liberar todos tus sentimientos.
Llorar sin ninguna desesperación,
al ver tanta alma llena de pasión.

Nunca dejes escapar esta vida.
Nunca destruyas la luz que brilla.
Nunca olvides el amor que te di.
Nunca mueras por una injusticia.

Vivirá tu sonrisa mirando al mar.
Morirán tus penas en compañía.
Necesitas apreciar la alegría.
Dormir mirando la luna y navegar.

domingo, 23 de septiembre de 2007

El reloj de los sueños distantes

Un instante, una pasión.
Unos segundos, un corazón.
La vida deambula sin miedo.
El reloj de los sueños avanza.

He visto la vida pasear
por el interior de mi cuerpo.
He sentido el bien en mis sueños.
He mirado a lo lejos y lo he visto.

El reloj de los sueños distantes.
Un jardín quebrado y degollado.
Un sauce llorón malhumorado.

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No llores más, empieza a luchar.
Trata de defender tu corazón.
Saca tus raíces. Has de caminar.

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A través de sus agujas puedo mirar.
Puedo ocultar la duda, ver libertad.
Ver la verdad. Salvar mi hogar.

El reloj va cambiando el tiempo.
Va desordenando mis sueños. Los junta.
Los separa, los amarga, los maltrata.

El dios de la sabiduría

Saboreas la crudeza de la vida,
desde el sillón de la pasión.
Donde los sufrimientos sobrevuelan
una habitación llena de tensión.

Contemplas por la ventana, como
la lluvia sobresalta el cristal.
Tus párpados no paran de abstenerse
ante tal enigma inteligente.

El Dios de la sabiduría espanta,
la ventisca producida por la llama.
El Dios de la sabiduría aguarda a
las moscas y las acoge en su mente.

Las concubinas del dragón, aguantan
los ramos de rosas recién cogidas
de tan verdoso y estrepitoso jardín.

Todas se colocan con las manos en alto.
Rodeando a su señor, el dios de la vida.
Los ríos de color púrpura van avanzando,
por los canales del templo del saber.
La reunión está apunto de acontecer.

Navegando por el atardecer

Mi alma quiere volar.
Quiere respirar libertad.
Quiere sentir placer
y contemplar el atardecer.

El color oscuro de la noche,
se mezcla con el de la luna.
Blanca y áspera como mi piel.
Hermosa como este atardecer.

Navegaré por los cielos,
sobre un barco de papel.
Mirando tus ojos plateados.
Sintiendo tus abrazos.

Ojos acaramelados brillarán.
Tu mirada me hechizará.
El viento se pegará a mi piel.

Las nubes me dejarán pasar.
Por el cielo navegaré
y este hermoso aire beberé.

sábado, 22 de septiembre de 2007

El fin ha comenzado

Un ambiente desafiado por la humillación.
Emociones tétricas y oscuras,
habitando rincones asfixiados por la locura.

Antiguamente podría haber sido el cielo.
Pero ahora se define como el infierno.
Sus colores tan deprimentes y rojizos.
Desprendiendo ese calor y ese vapor
que agoniza y quema mi corazón.

Una montaña de fuego. Un pico inclinado.
Un ser arrodillado, pasando estragos.
Intentando arrancar el corazón de su pecho.
Poder abandonar este futuro incierto.

Un ser inmortal avergonzado con su cuerpo.
Deseando perder el dolor, poder llorar.
Poder saborear la libertad.

Aquí en esta altitud, está mi cueva desierta.
Un cielo llorando las cenizas misteriosas.
Un averno desquiciado por el tormento.

Ángel caído atormentado por el sol.
Suspiros prolongados por el dolor.
La noche atrapa mi corazón.
La oscuridad es mi refugio.
Lágrimas que producen satisfacción.

Un manto nublado me está atrapando.
Mis párpados se apagan, se agotan.
Manos atormentadas por el calor.
Un verano lleno de misterio.
cubierto por el fuego.

Mi interior está temblando.
Mi salvación es marcharme.
Devolverme y desterrarme.

Una mirada penetrante en el abismo.
La salvación está cerca.
Anhelando alegría y emoción.

La única salvación es poder saltar.
Mis ojos adelantan un triste delirio.
Debo de hacer caso a mis principios.
El final está llegando.

Ante tal decisión, no hay marcha atrás.
Mis manos tapan el horror de mi rostro.
Suspiros salpicados por un ser demente.

Quiero escapar de mi entorno artificial.
Ya no hay marcha atrás, el bien o el mal.
El fin ha comenzado, toca saltar.

El ángel y la flor

Un ángel descendió del cielo.
Encontró una flor mirando al sol.
El ángel le comentó al viento.
Ella es Rosa, mi verdadero amor.

Esta flor enamoró mi corazón.
Juntos cuidaremos este amor.
Lo protegeremos de todo mal,
de la tristeza y del temor.

El ángel dijo:

Te plantaré en la tierra.
El abono será nuestra pasión.
Esta belleza jamás recaerá.
Todos los días renacerá.

Nuestro amor es el mayor tesoro.
La mayor alegría del universo.
De nuestro amor mutuo y sincero,
nacerá un retoño hermosamente bello.

Eres parte de mí

Eres la sonrisa eterna de mi cara.
Eres la dueña de mi tierna mirada.
Tú me inspiras a la hora de escribir,
las emociones que un día busque en ti.

Eres mis ojos, lates con mi corazón.
Tú llenas de felicidad mi amor por ti.
Quiero vivir junto a ti. Darte amor,
las caricias y el cariño que hay en mí.

Necesito recorrer cada centímetro de tu piel.
Viajar por tu cuerpo y descansar en él.
Besar tu cuello y arroparme en tu pecho.
Quiero estar en ti y ser parte de tus besos.

Cada vez que aparto la mirada.
No veo otra cosa que tu piel clara.
Tu cuerpo alimentado con esta pasión.
Mi alma arde al demostrarte amor.

Eres la única que me ama.
La que me abraza, me hace reír.
La que me hace sentir parte de ti.
Eres la rosa de este hermoso jardín.

No ha sido un sueño

Flotando en mar adentro.
Una niebla espesa pinta el exterior.
La mancha interior se está coloreando.
El cuerpo está a punto de explotar.
Sangrando mí pena por dentro.
Una presión está hundiendo mi corazón.
Mi espíritu poco a poco se va saliendo.
Un color rojo está sembrando el terror.
Mis pulmones se llenan de agua.
El oxígeno se marcha irritado por el miedo.
Mis manos, mis piernas y mi cara se van arrugando.
Mis ojos están volteados. La nariz se va cerrando.
Piel pálida como la nieve. El frío me va consumiendo.
Mis órganos apunto de estallar; no quieren hablar.
De pronto, siento que el agua me ahoga por dentro.
Mi cuerpo inundado, con tristeza interior.
Una sensación extraña que me rodea.
Respiración agotada. Un cuerpo sin vida. Un muerto.
Un instante, línea entre la vida y la muerte.
Algo me hace despertar, camino por un sueño.
Una luz que me llama, Unos segundos. Un momento.
De pronto despierto, me veo tumbado en el suelo.
Que ha pasado, no ha sido un sueño.
Todo mi cuerpo y mi ser han viajado en el tiempo.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Caracol

Un caracol alegre deambula
por un campo iluminado.
Su piel atrapa toda
la suciedad y las alimañas.

Su sed va calmando,
gracias al agua de lluvia
que se va desprendiendo
de los acantilados.

Va entrando en los árboles
se va escurriendo por el
tronco, y cae en las hojas
tan verdes y hermosas.

De las hojas cae al suelo.
Tan cristalina el agua.
En los charcos se aparca.
Un rato para descansar.
Un animal que degusta
tan preciado manjar.

Este maravilloso ser
transporta su casa.
Duerme dentro de ella y
su lentitud lo consuela.

Momentos felices


Recordando momentos.
Me acuerdo cuando era
un chico de pequeña edad.
Instantes felices de mi antigüedad.
Que nunca jamás podré olvidar.

Salía todas las mañanas a jugar.
Caminar por el labrantío verde.
A recorrer el campo, a disfrutar.

Saborear las afueras de mi hogar.
Sentir el aroma fresco de la mañana.
Contemplar el sol de la alegría.

Olvidar por un instante el miedo.
Oír el cuchichear de los pájaros.
Soñar que navego con ellos.
En este mar de fantasía,
que todas las mañanas siento.

Soñar sin dormir, soñar despierto.
Soñar con los ojos abiertos.
Soñar que soy el viento.
Soñar que puedo volar.

Al ver tan hermoso paisaje.
Siento la necesidad de despertar.
Despertar de un largo sueño.
Despertar y caminar sin parar.

Hasta que llegue la noche y
la luna de plata me alumbre.
Ella me contagie de amor.


Me contagie de amistad.
Me contagie de sinceridad.
Me contagie con pensamientos y
me contagie sus sentimientos.

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Uno de mis primeros textos, hay que ver como pasa el tiempo

¿Te olvidaré alguna vez? - 2 Parte

Melancolía:

Soy mística y piadosa.
Fiel enemiga del amor.
Encantada con tus miedos.
Sobrecogida con tu vida.

Huye y cobíjate en mí.
Entra en la melancolía.
Desahógate por momentos.
Olvida los sufrimientos.

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El frío es mi nuevo amigo.
Cuchicheos en las sombras.
Pajarillos que se esconden.
Ruidos afligidos de misterio.

Hálito lleno de ventiscas,
apoderate de mi corazón.
Destroza el amor prohibido.
Espeluznante desde hace siglos.

Veo una estrella fugaz lejos.
La cual dibuja mi nombre.
Por dentro remordimientos.
Mi corazón vuelve a reir.

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Primera Sonrisa:

Puedo quitarte de mi mente,
arrojando palabras al viento.
Voy sintiendo como te alejas.
Tan lentamente. Fríamente.

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Un nuevo aliento:

Un vapor delirante.
Las nubes heladas
desmenuzan tu nombre.
Una risa envidiable.

Aún respiro. La melancolía
me trae una nueva sonrisa.
Aún existo. La melancolía
acoge esta nueva expresión.

Una alegría envidiable.
Llena de amores y virtudes.
Una alegría ostentosa.
Lujosa y armoniosa.

¿Te olvidaré alguna vez? - 1 Parte

Unos momentos en el olvido.
Intentando subir alto.
Muy alto, al cielo oscuro.
A este cielo tan profundo.

Aún no logro desconectarme,
de esta vida tan delirante.
Quizás debiera ausentarme
y así poder olvidarte.

Así lograré llorarte.
Se conmoverá mi autoestima.
Pausaré un tiempo mi vida.
Para renacer con armonía.

Aún existo. La melancolía
me encierra en esta vida.
Aún respiro. La melancolía
me apresa por momentos.